ESCRIBIR
CON LA MANO IZQUIERDA
Mi hijo ya
llevaba mucho tiempo haciendo los deberes en casa con la mano
izquierda, pero en el colegio escribía con la mano derecha.
En
noviembre de 2018 le propuse que escribiese también en el colegio
con la mano izquierda. Ya le había comentado muchas veces que según
se fuese haciendo mayor iríamos haciendo menos rehabilitación, no
yendo a fisioterapeutas, no usando Dafos, etc. Pero haríamos otros
deportes como karate, pilates, fitness, bicicleta, etc. Él ya estaba
viendo esa evolución.
Y en la
mano también le dije que ya no hacíamos ejercicios repetitivos con
terapia restrictiva, pero que había que seguir ejercitando esa mano
para que no le olvidarse moverse. Ahora comíamos con la mano
izquierda, algunos días jugábamos a juegos de mesa, al padel, etc.
Y se tenía que esforzar por usar esa mano para ejercitarla. Que yo
se lo recordaría, pero él también debía estar pendiente.
Y también
le dije que una forma muy buena de ejercitar la mano izquierda en el
día a día, es escribiendo siempre con esa mano. En noviembre me
dijo que no se encontraba preparado aún, que escribía muy despacio
con la izquierda.
En
diciembre volví a insistir, y me dijo que podíamos entrenar en
navidades y en enero escribir con la izquierda en el colegio. Me
pareció bien y acepté. Además esas navidades íbamos a hacer un
programa intensivo de terapia restrictiva que le reforzaría aún
mas.
Llegó
enero de 2019, y llegó el primer día de clase después de
vacaciones. Le entraron miedos y dudas, y tuve que convencerle. Le
dije que íbamos a probar una semana a ver que tal iba y aceptó.
Mi hijo ya
llevaba mucho tiempo haciendo los deberes en casa escribiendo con la
izquierda así que yo sabia que era perfectamente capaz. Y se le dio
muy bien. Me preguntó que si podía escribir con la derecha en
exámenes o en algunas clases como lengua que tenía que escribir
mucho, y le dije que si.
Cuando
pasó la primera semana me dijo que escribía mas lento con la
izquierda, que ya lo había intentado, y que si podía escribir en el
colegio con la derecha. Le respondí que lo había hecho muy bien,
que estaba muy orgulloso de él, y que yo creía que había que
intentarlo un poco mas.
No era
justo que a la mano derecha le hubiésemos dado de tiempo muchos años
para aprender y coger velocidad, y a la mano izquierda tan poco
tiempo. Yo creía que seguro que podía conseguir escribir con la
mano izquierda igual de rápido, pero había que darle mas tiempo.
Además a esa mano le cuesta un poco mas aprender y a lo mejor
tardaba un poco mas de tiempo que la otra. Le propuse continuar hasta
las vacaciones de verano. Acepto pero no muy convencido.
Paso una
semana o dos mas. Había escrito en clase una hoja con la mano
izquierda y otra con la derecha, y le preguntó a su compañero de
mesa que letra le gustaba mas sin decirle con que mano la había
escrito. Y el compañero le dijo la hoja que había escrito con la
mano izquierda.
Esa tarde
hablando mientras hacíamos rehabilitación me lo contó. “Papá
sabes qué, a Lucas le gusta mas como escribo con la mano izquierda
que con la derecha, y él no sabe nada”, me dijo muy contento y
emocionado.”¿A ti Papa como te gusta mas?”. “Ya te he dicho
que yo creo que escribes igual de bien con una que con otra. Que lo
haces fenomenal con la izquierda y que además sirve para ejercitar
esa mano”.