ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES Y ASPECTOS PSICOLÓGICOS
Mi hijo siempre ha querido que le apuntase a alguna actividad extraescolar como baloncesto, padel, fútbol, etc.
Yo siempre me he negado porque consideraba que lo prioritario era emplear todo el tiempo posible en la rehabilitación sobre todo cuando era pequeño.
Yo tuve la gran suerte de jugar al baloncesto en mi adolescencia y juventud, y creo que es muy importante para un adolescente la pertenencia a algún grupo de amigos de ese tipo. Me parece fundamental que los niños a esas edades tengan grupos de amigos, además de los del colegio, con los que compartan aficiones. Creo que es muy bueno para su madurez y desarrollo personal.
Sin embargo creo que hay que elegir muy bien a que actividad apuntamos a nuestros hijos con hemiparesia. Mi hijo está muy bien físicamente y tiene una apariencia casi normal, pero no puede competir en un deporte en igualdad de condiciones con otro niño. Tiene menos coordinación y movilidad, y en la adolescencia en deportes competitivos como el fútbol, baloncesto o padel, la diferencia con otros niños se nota.
El puede jugar al baloncesto o padel perfectamente con su hermano o con un amigo como un juego en el recreo del colegio o un entrenamiento, pero no puede llegar a un nivel competitivo muy alto. Esa es la realidad. Bastante es que puede jugar con aparente normalidad a cualquier deporte.
Si le apuntase a un equipo de baloncesto por ejemplo, sería el niño que siempre es suplente y juega poco en los partidos. He vivido lo que es un equipo de baloncesto y es muy competitivo. Los niños que no tienen la suerte de jugar mucho pueden tener problemas de autoestima e inseguridades.
Y si por ejemplo le apunto a padel y siempre pierde, pues estamos en la misma situación.
Así que poco a poco en algunas de las numerosas charlas que tenemos mientras hacemos rehabilitación, le voy haciendo preguntas del tipo: ¿si algún día hicieses alguna actividad extraescolar cual sería? Me responde que baloncesto o padel. Y le digo: ¿Y que pasaría si casi nunca jugases en los partidos de baloncesto o perdieses siempre al padel?¿Como te sentirías?….eso le hace pensar, reflexionar e ir tomando conciencia de su realidad poco a poco.
Estas charlitas sobre estos temas, las hemos ido teniendo de vez en cuando, a partir de que he visto que mi hijo estaba preparado psicológica y emocionalmente para tenerlas. Es decir a partir de los 11 años mas o menos. Creo que antes de esa edad no habría entendido ni asumido su realidad ni situación.
Por lo cual hasta los 11 años mis hijos no hacían actividades extraescolares porque su padre lo decía y punto. Y mi hijo pequeño tampoco las hacía, porque los niños no hubiesen entendido que un hermano si hiciese y otro no. Los niños tienen un sentimiento de la justicia muy puro.
Pero ahora mi hijo ya es mayor, y poco a poco ha ido entendiendo que su hermano y el son distintos, tienen distintas necesidades y distintas rutinas. Ya está preparado para asumir que a su hermano le apuntemos a un equipo de baloncesto y a el no. Hace poco el mismo me dijo….papá yo por las noches estoy cansado de hacer la rehabilitación, deberes, etc. Pero mi hermano que no hace tanto y que además es mas nervioso que yo tiene mucha energía por la noche. Yo creo que necesita que le apuntéis a algún deporte para que haga mas ejercicio…...Muchas veces te sorprende la madurez de los niños.
A mi hijo con hemiparesia no le apuntaré a una actividad extraescolar deportiva competitiva por las razones que he dicho. Ya hacemos mucho deporte en familia o con amigos pero de manera no competitiva. Probablemente le apunte a una banda de música. Es una actividad también de grupo, en la que puede hacer amigos de su edad con sus mismas aficiones. Además puede ser uno mas en el grupo en igualdad de condiciones que los demás.
Creo que el instrumento que tocará será el trombón porque se puede tocar con una sola mano. La flauta en el colegio la tocamos con las 2 manos para entrar dentro de la normalidad y no ser discriminados, aunque sabemos que la tocamos un poco peor que el resto. La guitarra en casa la tocamos como ejercicio de rehabilitación y para divertirnos. Pero soy muy consciente que mi hijo no podrá tocar nunca la flauta ni la guitarra en igualdad de condiciones que otro niño.
Si le apuntamos a una banda de música tiene que estar en igualdad con los otros niños, ser uno mas y poder tocar un instrumento perfectamente. El objetivo por primera vez en nuestras vidas no será la rehabilitación. El objetivo está vez será sociabilizar con iguales, compartir aficiones, pertenecer a un grupo de amigos, tener un rato de ocio, etc.