LA IMPORTANCIA DE LA FUERZA DE VOLUNTAD
Y LA CONSTANCIA
Si ya hemos interiorizado y asumido que
nosotros como padres somos los que debemos convertirnos en los
rehabilitadores de nuestros hijos, la siguiente pregunta sería ¿cómo
lo hacemos?.
Por nuestra experiencia, lo único
realmente necesario es “querer hacerlo”, tener la voluntad de
hacerlo.
Si estamos convencidos que es el único
camino que podemos seguir y que debemos seguir, este convencimiento
nos dará la fuerza de voluntad necesaria para conseguirlo.
En realidad lo único que necesitamos
es fuerza de voluntad, mucho trabajo y constancia.
El resto, si tenemos esa fuerza de
voluntad, se puede aprender. Creo que cualquier padre, aunque no
tenga ningún conocimiento sobre medicina o fisioterapia puede
aprender lo necesario para rehabilitar a su propio hijo.
Los ejercicios, terapias, masajes,
estiramientos, etc, todo eso se puede aprender sin ningún problema.
Incluso aunque no hayas ido nunca a la escuela, se puede aprender.
Eso si, es necesario que un buen
profesional te lo enseñe, y te diga como aplicarlo a tu hijo, y que
pautas debes seguir.
Pero esa es la parte mas fácil de la
rehabilitación. El aprender los conocimientos teóricos es realmente
fácil porque los ejercicios que debemos hacer con nuestros hijos,
son muy fáciles y muchos son juegos.
La parte difícil de la rehabilitación
es mantener la constancia y el trabajo diario, y el equilibrio entre
cariño y exigencia que tenemos que mantener con nuestros hijos.